Querer ser ya no es, y lo que queda eres tú

Resumen

Hay un no querer saber propio de la neurosis, la pasión de querer ser, de lo que no se es, una estructura que trata de negar lo más radical en cada uno, la castración misma. No queremos saber de nuestros síntomas, de lo que nos limita, de lo que aparece en el torrente del habla, del inconsciente. El sujeto deposita en el Otro la respuesta a su existencia, se dirige a este para que diga lo que le falta y que lo completaría en su condición de sujeto desaparecido, castrado. Un intento de reparación, de plenitud, de hacerse Uno, y las pasiones: el amor, el odio y la ignorancia son respuestas a esto. Así, en relación al amor, el sujeto se enajena de él, el amor como engaño de la carencia. Así, es posible pensar el amor no como una respuesta, sino, como dice Lacan, un don activo, que apunta siempre, más allá de la cautivación imaginaria, al ser del sujeto amado, la marca más radical de su diferencia como hablante, sujeto perdido.